JULIEN MARCHAL - Un año y medio en Polinesia (febrero de 2010)

Hola a todos,

Llevo dos meses retrasándome en la actualización de mi página web. La razón es sencilla, la conexión en mi isla es reducida y difícil.

Ahora estoy terminando mi aventura polinesia tras un año y medio en este archipiélago.

En general, guardo un buen recuerdo de mi estancia, pero no de una experiencia extraordinaria.

Puedo resumir mi estancia en dos partes. Una primera parte positiva y una segunda negativa.

El lado positivo:

haber podido trabajar sobre un grupo de delfines residentes todo el año y redactar un informe (Vol 1/2: 1 a 28) y próximamente el segundo (Vol 2/2).
poder encontrarme con ellos casi cada vez que salía durante quince meses
la ayuda del equipo y de mi entorno para obtener el mejor resultado de mi análisis
el baño con una ballena jorobada el 08 de agosto de 2010 es inolvidable; no sólo porque fuimos los primeros en conocerla y los únicos en acercarnos a ella bajo el agua
ver mis primeros tiburones, mantarrayas, otros tipos de rayas, peces multicolores y otros
conocer a lugareños y foráneos interesantes, aprender sobre sus culturas, tradiciones, vientos y condiciones del mar

haber descubierto un lugar único para buceadores y aficionados
vivir en un atolón en un entorno paradisíaco en el fin del mundo y una temperatura muy alta durante las cuatro estaciones
haber enseñado a bucear a mi vahiné (esposa), para que pudiera sustituirme durante mi lesión y conocer mi trabajo en un nuevo lugar

haber podido visitar la mágica isla de Bora Bora antes de mi regreso y observar el trabajo de un biólogo marino especializado en arrecifes de coral.

El inconveniente:

estar ausente durante el cáncer de mi madre (la distancia es grande)
no poder quedarse hasta finales de febrero de 2010 para hacer dos años de estudio sobre el grupo de delfines y cerrar el círculo
no haber visto una población mixta, sino dividida entre autóctonos y otros (blancos, asiáticos...)
sentirse un pueblo colonizado por los blancos
el altísimo coste de la vida
lesionarme la rodilla, estar cuatro meses de baja y operarme en un viejo hospital.
a veces sólo mantenemos conversaciones sobre beber, bucear o pescar
no tener actividades organizadas en el atolón y aburrirse de su aislamiento
experimentar una empresa inestable, pequeña, estresante y agotadora, dirigida por un gestor incorrecto
una extraña mentalidad de la gente en el contexto de un pueblo
¡haber experimentado mi segundo ciclón dos días antes de mi partida!

Trabajaré en mi análisis para redactar mi segundo informe este mismo año. Tendré más tiempo durante el invierno. El método era diferente y más rápido, el objetivo era obtener un mejor resultado y mejorar.

Mi aventura es rica en enseñanzas y desafíos. El archipiélago polinesio (5 archipiélagos en total, en una superficie tan vasta como Europa) es inmenso y, por desgracia, no hay tiempo suficiente para visitarlos todos. No estoy seguro de volver, a menos que surja una oportunidad profesional interesante en mi campo. En el futuro, si quiero volver a las islas, elegiría un destino más cercano a Europa y a menos de ocho horas de avión. Ya tengo una idea.

Ahora, 2010 es un año ajetreado, primero tengo que regularizar mi situación de inmigración con el gobierno canadiense, ir al norte canadiense a por las ballenas (ver a mi equipo en el pueblo "Les Escoumins") en junio, y luego volver a Francia para una boda en septiembre.