Hola a todos,
Tenía que dar mi opinión sobre el problema de la pesca y la sobreexplotación de los océanos.
Los océanos se están agotando por la sobrepesca. El consumo humano sigue siendo muy elevado, sobre todo en los países asiáticos. Pero nadie es consciente de esta lacra y de los problemas causados en los océanos.
Todas las luces están encendidas porque las poblaciones de peces están disminuyendo. Los movimientos de los animales marinos son invisibles, por lo que es difícil preocuparse por ellos. Es triste pero es la realidad. Preferimos ocuparnos de los animales terrestres con aspectos interesantes que conciencien y, por tanto, generen dinero. Siempre me ha parecido escandaloso que los "ecologistas", en su afán por proteger ciertas especies, descuiden otras que son menos interesantes......
La pesca es un gran problema y todos los científicos lo confirman.
Por ejemplo, cada año se pescan en los océanos 73 millones de tiburones por sus aletas para abastecer el mercado asiático, a las que se atribuyen propiedades afrodisíacas. Se calcula que un kilo vale 500 euros en el mercado japonés. Pero como esta especie no es admirada y vive en los océanos, se siguen cazando impunemente. Para tu información, el tiburón es descuartizado vivo para obtener las aletas, y luego devuelto al mar. ¿Cree que sobrevivirá? Películas como "Tiburón" han mancillado su imagen en todo el mundo. Sin embargo, en un año mueren más personas ahogadas en la bañera o asesinadas por su cónyuge que por la mordedura de un tiburón. Países como Australia, Sudáfrica y Bahamas han decidido protegerlos y crear parques marinos.
El tiburón blanco está en peligro de extinción en todo el mundo. Los tiburones comen un poco de todo y son los carroñeros de los océanos. Indispensables para el equilibrio marino, se comen a los animales débiles y dan una oportunidad a los sanos. Evitan la proliferación de otros carnívoros que dañarían a otros peces. Este animal también puede ser inofensivo, con un comportamiento extraño pero excitante (si se le pone boca arriba, entra en un estado similar al sueño llamado "catalepsia"). Su agotamiento altera la cadena alimentaria y conduce a la destrucción de los arrecifes. Esta explotación, sumada a la contaminación, la pesca deportiva y la lenta reproducción, reduce sus posibilidades de supervivencia. La solución pasa por la creación de un santuario marino (similar al santuario marino de Pelagos), o el parque marino de Tadoussac, en el río San Lorenzo (Quebec, Canadá). En Bahamas, un modelo de protección de los tiburones, la pesca comercial y la venta de tiburones están estrictamente prohibidas. Se imponen multas a quienes incumplen la normativa.
Veamos las técnicas de pesca que se utilizan con frecuencia. La "pesca de arrastre", práctica utilizada con redes abiertas por pesadas puertas, arrebata a ciegas el fondo marino y 50% de la captura total se devuelve al mar. La segunda es el uso de la pesca con "palangre", que puede utilizarse con miles de anzuelos y captura todo tipo de peces, pero también tiburones, tortugas marinas y mamíferos marinos. En Costa Rica, la carne de tiburón o delfín se utiliza para esta pesquería.
El atún rojo, o atún rojo del Atlántico, está en grave declive. Su principal cliente, los japoneses, lo aprecian por el sushi, un plato esencial en su cultura. Por desgracia, el atún está desapareciendo rápidamente, entre otros lugares del Mediterráneo. Las poblaciones de atún en el Pacífico y el Atlántico se han agotado, así que para satisfacer la demanda asiática se han ido todas al Mediterráneo. La tecnología utilizada en los barcos pesqueros, los aviones de seguimiento y las enormes redes les deja pocas posibilidades de sobrevivir. En primavera, el atún rojo se acerca a la superficie para desovar. Los machos emiten nubes de lecha y las hembras expulsan millones de huevos. Desgraciadamente, avistados por los aviones, los pescadores se aventuran y dejan caer sus redes. La generación se interrumpe y su número disminuye. Pero es tentador, ¡un pequeño banco de atún rojo! Una vez engordados en granjas marinas (abundantes frente a las costas españolas), ¡pueden alcanzar más de 1 millón de euros en el mercado japonés! El mayor pez capturado puede pesar 226 kg y medir 2,5 metros de largo. Existen cuotas de pesca de atún, pero nunca se respetan. Su número se duplica sistemáticamente. Las granjas marinas permiten capturar peces jóvenes para engordarlos, mucho antes de que puedan desovar, lo que empeora la situación. En sólo diez años, las poblaciones de atún rojo han disminuido drásticamente. Acabaremos con la desaparición del bacalao frente a Terranova (Canadá). La solución, como con los tiburones, es crear zonas marinas protegidas y limitar el número de barcos. Encontrar un acuerdo entre científicos, conservacionistas e intereses comerciales. Por no hablar de imponer cuotas y prohibir la pesca durante la época de desove, y pescar el peso mínimo.
Por último, no voy a meter a todos los pescadores en el mismo saco.
Sin embargo, como le dirán todos los pescadores, cada vez hay menos peces en sus redes y el trabajo es cada vez más difícil.
Casi mil millones de personas en el mundo dependen de la pesca, muchas de las cuales viven en la pobreza. Este recurso es esencial para su existencia. Pero aún queda trabajo por hacer, dado que el 0,01 % de la superficie oceánica está vedada a la pesca. Esto es demasiado poco. Y como vengo diciendo desde hace mucho tiempo, defiendo a los mamíferos marinos, pero nunca me olvido de hablar de todos los animales terrestres.
Por desgracia, sólo hablamos de los animales visibles, pero los animales invisibles también necesitan protección.
Atentamente.
Montreal, Canadá, junio de 2007.
Julien Marchal