Estimados visitantes,
Hay días en que la vida nos depara sorpresas...
Me fui con mi grupo de seis personas. El capitán, nuestro barco, para hacer como de costumbre un descenso del paso de Tiputa en PMT (aletas, máscara y snorkel). Sinceramente, cuando vi el grupo, pensé que sería un viaje difícil.
En cuanto llegamos al canal del lado del océano, el capitán gritó "Ballena" ¡! Al principio pensé que no era grave, pero ahí estaba, la ballena jorobada (Megaptera novaeangliae) frente a nosotros.
La seguimos hasta el océano y luego se dirigió al borde del atolón, cerca del arrecife. Nos metimos en el agua con todo el miedo del mundo. Sólo una persona quiso seguirme y finalmente todos saltaron al agua.
El capitán se mantuvo a una distancia prudencial y nos dejó nadar suavemente hacia el animal. Estaba jugando en la superficie, solo, muy tranquilo y en apenas 20 metros de agua. Yo llevaba de la mano a dos turistas y los demás se quedaron atrás. A medida que nos acercábamos, la ballena permanecía inmóvil en la superficie, dos delfines mulares (Tursiops truncatus) jugaban frente a ella y teníamos un montón de peces a su alrededor. Nos miró, se acercó oblicuamente al grupo y luego se alejó lentamente. Fueron unos minutos mágicos. Aún podíamos seguirla pero empezó a querer adentrarse en el mar.
Lo seguimos en barco y luego regresamos al paso de Tiputa. Me resultó muy difícil concentrarme durante las horas siguientes. Por la noche lo celebré en un bonito restaurante del atolón.
Lo había visto en Canadá, pero nunca bajo el agua. Todos los libros que he leído sobre él y tantas fotografías que he visto. Un sueño profundo hecho realidad.
Uno de los turistas tenía una cámara de buceo, debería enviarme sus fotos y su pequeño carrete a finales de agosto de 2009. Volveré con él.

Que tenga una buena semana. Mis mejores deseos.
Rangiroa - Polinesia Francesa - agosto de 2009.
Julien Marchal