Estimados visitantes,
Fui a la costa atlántica en 2000, exactamente a "Les Sables-d'Olonne", con el LPO (Liga para la Protección de las Aves)tras el hundimiento del ERIKA.
Era un trabajo voluntario para el rescate de la fauna salvaje. Pero fue un fracaso total, sólo teníamos pájaros muertos, ¡ningún superviviente! En cualquier caso, me marcó ese petróleo en las playas, su olor, su peso sobre los animales y los daños en el litoral.
Cuando leo las noticias sobre el vertido de petróleo de BP en el Golfo de México, no puedo olvidar lo que he vivido. En primer lugar, es un desastre para la economía local y la gente que vive del mar. Esta tragedia es la peor de la historia de Estados Unidos. Sin embargo, desde el hundimiento del EXXON VALDEZ frente a las costas de Alaska (24 de marzo de 1989), se podía pensar que Estados Unidos estaba preparado para todas las catástrofes ecológicas vinculadas a las mareas negras. Parece que no. Otros dirían que uno era un barco y BP una base petrolífera. Estados Unidos ha impuesto el doble casco a todos los barcos que navegan por sus aguas territoriales. Pero, ¿qué hemos encontrado para detener una fuga de petróleo?
Lo que me hace saltar es que BP, según la prensa, garantizaba que su tecnología era lo más segura posible en el mar contra cualquier fuga y podía prever todos los peores escenarios. Si esto era cierto, ¿cómo es que los sistemas de reserva no funcionaron? ¿Minimización de los costes de instalación?
A pesar de esta tragedia, el petróleo del Golfo representa un tercio de la producción nacional del país, y cientos de plataformas funcionan a pleno rendimiento frente a la costa. Este incidente no fue el primero. Sin embargo, el problema se produjo en una base moderna reciente. ¡Se construyó después de 2001!
Miles de personas van a perder sus empleos, que a su vez se han ido recuperando lentamente del huracán Katrina. Pero nada va a detener la construcción de nuevas perforaciones porque la demanda estadounidense es fuerte y quieren depender menos del extranjero. Pero hay que entender que a pesar de lo horrible y de la devastación que causa este petróleo, sigue siendo mínima comparada con los vertidos de las fábricas en los océanos. Stéphanie Raynaud y yo decíamos en nuestro informe "La contaminación y sus efectos en los cetáceos (2002)": "Las contaminaciones más perjudiciales para el frágil equilibrio de la vida marina no son las más visibles. Al contrario, son las menos visibles. Los organoclorados, los metales pesados y los vertidos diversos, a menudo ilícitos, constituyen la mayor amenaza para la supervivencia de los mamíferos marinos.
Comprendo muy bien la gravedad de la desgracia, pero es temporal en el tiempo.
Saludos cordiales.
Montreal - Canadá - Mayo de 2010.
Julien Marchal